Menu

Proyecto Visión 21

¿Por qué nos empecinamos en perpetuar el pasado y extenderlo al futuro?

Francisco Miraval

A veces me pregunto por qué nos empecinamos en perpetuar el pasado y extenderlo hacia el futuro como si el pasado fuese la única realidad posible, deseable y aceptable, cuando todo indica que el futuro no es, y nunca fue, continuidad del pasado y cuando todo indica una discontinuidad del presente al pasado.

Y, además de la discontinuidad, los cambios suceden tan rápidamente que ni los expertos ni quienes supuestamente deberían saber lo que está pasando lo saben.

Por ejemplo, el pasado 24 de marzo, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin, afirmó durante una entrevista para un sitio noticioso en línea (Axios) que la inteligencia artificial suplantará a los trabajadores humanos “dentro de 50 a 100 años”. El tema de la inteligencia artificial, dijo el funcionario, “ni siquiera está en la pantalla del radar”.

“No me siento preocupado”, expresó el secretario cuando se le preguntó qué opinaba de robots inteligentes desplazando a humanos de sus trabajos en el futuro cercano.

Carezco, obviamente, tanto de la información como de la experiencia de un alto funcionario para determinar la veracidad o no de las expresiones del Secretario Mnuchin, por lo cual tampoco puedo ni debo dudar de ellas. Pero algo interesante sucedió menos de una semana después de las declaraciones del secretario. 

El pasado 30 de marzo, BlackRock, la mayor compañía a nivel global de administración de dinero, anunció que reemplazará a poco más de uno de cada diez de sus administradores, usando en su lugar “soluciones algorítmicas”, es decir, inteligencia artificial. La meta, según la empresa, es “mejorar los servicios”.

A partir de ahora, los algoritmos, pero no las personas, decidirán las inversiones, debido a que la inteligencia artificial parece estar mejor capacitada que los seres humanos para “reconocer y seguir ciertos indicadores en el mercado”, según explica June Javelosa en una nota al respecto en Futurism.com.

Dicho de otro modo, 30 mil millones de dólares en inversiones ahora serán manejados por inteligencia artificial. Y lo que sucede en el mundo de las finanzas ya está sucediendo también en los campos de la medicina, abogacía, educación y prácticamente cualquier otra área en la que uno pueda y quiera pensar.

Y aparentemente todavía no existen algoritmos suficientemente inteligentes que puedan predecir lo que nos sucederá a los seres humanos en pocos años, una vez que esos algoritmos lleguen a ser lo suficientemente inteligentes, algo que causa seria preocupación a alguien tan brillante como Stephen Hawking.

Las personas de hace 100 años, cuando trataban de anticipar el futuro, lo percibían como una continuidad mejorada de su presente. Incluso las personas de hace 20 años difícilmente podrían haber anticipado la realidad actual.

¿Por qué, entonces, nos negamos a aceptar un futuro distinto que el presente cuando claramente ni en el pasado lejano ni en el pasado cercano pudimos anticiparlo? ¿Nos creemos acaso más inteligentes que nuestros predecesores a pesar de que la evidencia muestra lo contrario?

Sinceramente me gustaría tener algunas respuestas e incluso mejores preguntas, pero simplemente no las tengo. 

Go Back

Comment

Blog Search

Blog Archive

Comments

There are currently no blog comments.