Menu

Proyecto Visión 21

Cuando pregunto “¿Por qué” me gustaría recibir una respuesta adecuada

Francisco Miraval

En alguna ocasión he presenciado esa escena tan repetida en la que un niño pequeño, digamos de unos tres años, responde a todo lo que se le dice o pide repitiendo una y otra vez la misma pregunta: “¿Por qué?”

No importa lo uno diga o cuántas explicaciones se den, el niño invariablemente continúan preguntando “¿Por qué?”. La escena generalmente cuando uno de los dos participantes del diálogo, el niño o el adulto con quien habla, se cansa o se exaspera antes que el otro. En definitiva, ni las preguntas ni las respuestas fueron demasiado importantes.

A veces me gustaría hacer lo mismo y preguntar “¿Por qué?” una y otra y otra vez. Pero no quiero hacerlo como un niño pequeño y caprichoso, sino como un adulto que realmente desea encontrar respuestas y que no siempre las encuentra. De hecho, muchas veces parece que cuando preguntamos “¿Por qué?” nos siguen tratando como si tuviésemos tres años en vez de darnos una respuesta.

¿Por qué, por ejemplo, si un menor de edad comete un crimen atroz se lo juzga como adulto porque se considera que el menor sabía lo que hacía pero cuando un adulto comete un crimen mucho más atroz se considera que esa persona no estaba en pleno uso de sus facultades mentales?

La pregunta surge porque un joven de 17 años de Utah podría ser juzgado como adulto por haber golpeado en el rostro a un referí que dirigía un partido de futbol amateur, luego de que el árbitro le diese una tarjeta amarilla al joven jugador. El árbitro falleció poco después.

A la vez, el sospechoso de haber matado a 12 personas dentro de un cine en Aurora, Colorado, y de haber herido de decenas de otras personas podría declararse “no culpable” porque en el momento de cometer el crimen no sabía lo que hacía.

Queda claro que en ambos casos se trata de tragedias que no deberían haber ocurrido y que debemos dejar que la justicia sea su curso. Pero podría suceder que un joven sea juzgado como adulto y que un adulto no sea juzgado. ¿Por qué?

¿Y por qué, por ejemplo, ciertas empresas se empeñan a contratar a personas que no hablan español y que no conocen nada de la comunidad y luego las ponen a cargo de programas y de proyectos relacionados con los hispanos? He visto esa situación en todo tipo de agencias, compañías e instituciones desde hace muchos años y me asombra que aún siga sucediendo.

Lo peor del caso es que luego, quizá incluso por desesperación, aquellos que desconocen el español y la comunidad hispana nos llaman para pedir nuestra ayuda y encima nos piden que les expliquemos cómo hacer lo que ellos deberían saber hacer y que nosotros ya sabemos hacer. ¿Por qué?

La vida, obviamente, tiene misterios muchos más profundos que estos dos temas aquí mencionados. Pero parece que mucha gente que quiere descubrir el significado de la vida le hace esa pregunta a su teléfono. ¿Por qué?

Go Back

Comment

Blog Search

Blog Archive

Comments

There are currently no blog comments.