Menu

Proyecto Visión 21

El peligroso cambio del “yo primero” al “solamente yo”

Con frecuencia debo transitar por una calle cerca de mi casa que de tres carriles se reduce a dos y luego a sólo uno. En mi opinión, esa calle, claramente diseñada en y para una época anterior, es un laboratorio de la vida que permite observar a diario la creciente actitud hiperindividualista y casi de supervivencia extrema entre quienes por allí transitan.

En esa calle (cada vez más transitada debido a la construcción de un nuevo barrio), el único carril que continúa es el del centro, ya que el de la derecha se termina en una curva y el de la izquierda se fusiona con el del centro.

Cada vez que conduzco por ese lugar veo la misma escena. A pesar de que las señales de tránsito claramente indican que un carril dobla y el otro se termina, y a pesar de los carteles indicando la velocidad máxima, pocos son quienes respetan esa velocidad o las otras indicaciones en su afán de pasar primero.

Creyéndose Ptolomeo y asumiendo que el mundo entero gira en torno a ellos, muchos de estos conductores (incluyendo una gran cantidad de alumnos de una escuela cercana) aceleran en los carriles que se terminan y a último momento maniobran para continuar por el único carril que les queda, sin importarles la presencia de los otros conductores.

Una y otra vez el mensaje parece ser “Para llegar a ser primero, no tengo por qué respetar las reglas (pero tú, el “perdedor”, sí estás obligado a hacerlo)”.

Y en el caso específico de los estudiantes, que cuentan con la osadía propia de la juventud y los carros nuevos como para expresar esa osadía, el mensaje parece añadir una burlona sonrisa de “Nunca podrás alcanzarme” y de “Puedo hacer lo que quiero sin tener que pagar las consecuencias”.

Quizá yo sea el único conductor que al recorrer esa calle analizo la conducta y la psicología de los automovilistas. Pero sinceramente creo que esa conducta revela una peligrosa actitud, que, quizá por la crisis socio-económica actual, parece cambiar de “Yo primero” a “Solamente yo”.

Ya no se trata de que yo llegue primero que los otros. Se trata de que los otros ni siquiera lleguen. Y estoy seguro que eso es precisamente lo que muchos automovilistas piensan y desean, incluso sabiendo que no tienen los medios de concretarlo en la vida real.

Pero si esa actitud de “yo primero y sin los otros” se manifiesta en una calle es porque ya existe en otros ámbitos donde la competencia, de por sí extrema, ahora se ha exacerbado, al punto que “la competencia” ahora se ve no sólo como algo a derrotar sino como algo que hay que destruir.

En esta época de grandes cambios y desafíos sociales, tanto a nivel nacional como global, ¿qué soluciones se pueden ofrecer y qué alternativas se pueden crear si sólo pensamos en “yo primero” y en “solamente yo”?

Debido a la globalización, el mundo entero transita ahora por un solo carril. ¿Quién entonces pasará primero?

Go Back

Comment

Blog Search

Blog Archive

Comments

There are currently no blog comments.