Menu

Proyecto Visión 21

“¿Por qué no puedo tener amigos?”

Francisco Miraval

“¿Por qué no puedo tener amigos?”, me preguntó recientemente una estudiante que proviene del norte de África. “Y cuanto más pasa el tiempo, más difícil me resulta tener nuevos amigos”, agregó.

La joven, de poco menos de 30 años, llegó hace algún tiempo a Estados Unidos para continuar con sus estudios universitarios. Pero, dijo, su nacionalidad, sus costumbres, su acento al hablar inglés, su fe, y su apego a su familia quizá le impiden tener amigos.

¿Pero realmente es así? Luego de la conversación, la estudiante se alejó y se mezcló rápidamente con la multitud del centro de Denver, volviéndose casi indistinguible. De hecho, no había nada, ni su vestimenta, ni su caminar, ni el libro que estaba leyendo, que sirviese para indicar ninguna diferencia entre ella y cualquier otra persona caminando por la misma calle.

Dicho de otro modo, ¿será que ella tiene dificultades para tener amigos, a pesar de intentarlo, o, por el contrario, será que ella se encuentra con una sociedad que no necesariamente considera la diversidad o la diferencia como motivo de celebración?

Hablando un poco más con esta joven, me indicó que parte del problema que ella enfrenta es que, cuando trata de hacer amigos, esos “amigos” le imponen condiciones, mayormente relacionadas con el hecho que ella debería abandonar algunas de sus costumbres o creencias antes de ser aceptada como amiga.

“¿De qué sirve tener amigos si ellos no me quieren como soy y sólo me aceptarían cuando yo deje de ser quién soy?”, me preguntó, sin esperar ninguna repuesta.

Se dice que el filósofo griego Aristóteles definió a la amistad como “un alma en dos cuerpos”, enfatizando así la conexión existencial entre los amigos, a quienes los puede separar la distancia física, pero, aun así, siguen profundamente conectados.

Pero en la actualidad, “amigo” ha dejado de ser aquel “otro como yo” para transformarse en un nombre más en la lista mayormente anónima de contactos en redes sociales. Sinceramente creo que se devaluado la idea y la experiencia de la amistad, tanto que cuando alguien busca un verdadero amigo se encuentra en vez con “contactos con condiciones”.

Recientemente, por ejemplo, leí en un periódico de Argentina un titular que me llamó la atención: “Se nos fue un gran amigo”. La fotografía que acompañaba a ese título mostraba a un conocido actor argentino. Intrigado, leí la nota sólo para enterarme que quien había “fallecido” no era el actor en cuestión sino un personaje que ese actor interpretaba para una novela.

Según parece, ese personaje de ficción llegó a ser tan popular que su “muerte” ficticia se transformó en una historia en la vida real. Esa situación se denomina “relaciones parasociales”, es decir, una amistad (real) formada con un personaje (ficticio) o una “celebridad”.

Numerosos estudios demuestran que las relaciones parasociales se han transformado en el parámetro de todas las relaciones. Por eso, cuando alguien, como la joven antes mencionada, busca una verdadera amistad con una persona real, su pedido no se entiende y queda sin respuesta.

Go Back

Comment

Blog Search

Blog Archive

Comments

There are currently no blog comments.