Francisco Miraval
Según una reciente encuesta realizada por una empresa que desarrolla aplicaciones para teléfonos inteligentes, cuando se les pregunta a las personas qué deseo quisieran ver realizado, lograr la paz mundial aparece en tercer lugar, después de recibir 1,5 millones de dólares y de recibir una tableta iPad.
Aunque el estudio se realizó en Inglaterra, creo que las conclusiones pueden aplicarse a ambos lados del Atlántico. La única diferencia quizá sea que de este lado del Atlántico lograr la paz mundial quizá no aparezca tan alto en la lista de deseos populares.
La encuesta es reveladora y lleva a realizar varias preguntas. Por ejemplo, ¿cuáles son las razones por las que las personas no ven la paz mundial como una prioridad y por lo tanto eligen algo mucho más material y concreto, como tener mucho dinero o poseer una computadora portátil nueva?
Quizá se considere que la “paz mundial” es algo tan irrealizable e inalcanzable, como parecen demostrarlo las noticias de todos los días, que por eso mismo resultaría irresponsable dedicar tiempo, talento y recursos a una empresa que nunca se llevará a cabo.
O quizá la gente piensa que precisamente con más dinero y con más tecnología se logrará resolver los problemas que ahora aquejan a la humanidad y, como consecuencia, se alcanzará la paz en el planeta.
Seguramente hay otros que dirán que primero deberíamos definir la expresión “paz mundial” antes de expresar una opinión a favor o en contra de esa idea.
Por ejemplo, si la paz de la que se habla es similar a la Pax Romana que las legiones romanas impusieron durante 200 años en los alrededores del Mediterráneo, habrá quienes consideren que esa paz es adecuada y habrá quienes sostengan que esa paz, por ser impuesta y mantenida por la fuerza, no es paz en absoluto.
Quizá haya otra explicación. Quizá los participantes en la encuesta asumieron que la paz mundial es algo que les corresponde impulsar a las ganadoras de los concursos de belleza, a las “celebridades” y a otros personajes famosos.
La observación no es irónica, sino que se basa en la misma encuesta de la que estamos hablando, ya que después de desear la paz mundial en el puesto 3, los puestos 4 al 8 de la encuesta son ser famoso, hacerse una cirugía estética, tener un carro deportivo o una mansión, y encontrarse con una “celebridad”.
Sólo después, en el puesto 9, aparece algo un poco más productivo: abrir un negocio propio. El puesto 10 lo ocupa el deseo de tener un guardarropas completo con ropa de calidad.
¿Será verdad que la paz mundial se logrará si todos tenemos mucho dinero, usamos tabletas electrónicas, somos famosos, nos hacemos cirugía estética, manejamos carros deportivos, vivimos en mansiones, hablamos con celebridades, tenemos nuestra propia empresa y vestimos ropa de calidad de nombres reconocidos?
Sinceramente no lo creo. Si la paz mundial no es la prioridad y claramente no lo es, entonces nunca se logrará y deberemos conformarnos con comprarnos una efímera tableta electrónica.